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junio 20, 2003

Las vacaciones de la Profe 

Mañana comienzan para mí, las vacaciones de mitad de año. Volveré la segunda semana de julio. Como no tengo computador ni internet en mi casa -afortunadamente- no podré mantenerme comunicada diariamente, pero seguro me pasaré unas dos veces a la semana por algún cibercafé para dar algunos post vacacionales.

Me encantaría decir que voy de visita a mi tierra y matarlos de envidia contando que disfrutaré de los hermosos llanos orientales, de la suculenta carne a la llanera y del exquisito pescado... pero no habrá viaje a los llanos en estas vacaciones. Estaré en casa disfrutando de la compañia de mi marido -que tambien es profe y tiene vacaciones-, de mis gatos, de algunas lecturas que tengo atrazadas y descansando mucho.

No dejaré sitios web recomendados porque mi recomendación es que nos alejemos un poco de la navegación artificial y nos dediquemos más a la real. No sé si mis colegas del otro lado del charco tendrán también algunos días para disfrutar su verano, pero a ellos también les recomiendo una ida al mar de verdad.


junio 17, 2003

La Profe no gusta de García Marquéz 

En varias ocasiones me han escuchado en clase hablar mal de insigne Nobel de literatura Gabriel García Marquéz, según indican creador de un movimiento literario llamado el Realismo Mágico; es el escritor colombiano más vendido, el más tarducido, el que más sitios web tiene, el más, el más... el más famoso y para muchos el mejor. Pero NO ME GUSTA. Por qué? Pues simplemente porque encuentro otros colombianos mejores, menos leídos, menos traducidos, menos vendios... en fin menos pero mucho más, que los más de García Marquéz. La literatura, como todas las artes, busca conmover el sentido estético y Marquéz como escritor no conmueve el mío.

Tengo que aclarar que dos de sus obras son, para mí, mayúsculas: Cien años de soledad y El Amor en los Tiempos de Coléra, que es mi preferida, pero además de eso, no encuentro más. Leí sus cuentos, leí sus cronicas, sus novelas hasta que leí y -me arrepiento de ello- Del Amor y Otros demonios y ahí paré. Gabo -como le decimos los paisanos en confianza-, empezó a repetirse y después de eso no ha logrado más. Nada me hará leer el primer tomo de su biografía, qué tal?

Aunque parezca lo contrario Gabo no es el único escritor colombiano, después de él, talvez Alvaro Mutis, le siga en fama y reconocimiento. Pero Mutis tampoco es uno de mis preferidos, (su poesía me gusta más que sus novelas).
Mis dilectos son: el maestro Germán Espinosa y el controversial Fernando Vallejo -de los que no encontré ningún sitio web-. Y estoy hablando de los vivos. Para responder por qué creo que Espinosa y Vallejo son mejores, sólo puedo invitarlos a leerlos y comparar. Qué más se puede hacer? Una idea para aprovechar las vacaciones del mitad de año.

De German Espinosa, su obra magna La Tejedora de Coronas; no me siento digna de reseñarla pero les adiverto: es larga y carece de puntos aparte, requiere al menos una semana de lectura dedicada, pero les prometo no se arrepentiran. O también su última novela publicada La Balada del Pajarillo. Ambas publicadas por Alfaguara.

De Vallejo, del tal vez hayan oído mencionar La Virgen de los Sicarios -cuya película dirigida por Schroeder y con guión del mismo Vallejo, casi fue censurada en Colombia- recomiendo cualquiera de sus cinco novelas publicadas por Alfagura bajo el título el Río del Tiempo son una delicia. Y menos deliciosa pero más tajante, como es él, su penúltima novela El Desbarrancadero, también en Alfaguara.

Mi marido no perdonará si no incluyo en este comentario a Héctor Abad Faciolince. Yo me nege a leer sus novelas por motivos que no me atrevo a publicar, pero no tuve que leerlo, por alguna extraña razón mi marido, me ha leído en voz alta -casi completamente- dos de sus novelas: Fragmentos del Amor Furtivo y Basura su última publicación galardonada con el I Premio Casa de América de Narrativa Americana Innovadora.

Espero que alguno de los títulos se les enrede entre el equipaje de vacaciones, si empiezan alguno seguro llegan al final, sobre todo con La Balada y las de Vallejo que te agarran y no te sueltan.